ASÍ COMENZAMOS

 

 

Hace unos años, un grupo de amigos (ecuatorianos y norteamericanos) juntaron su dinero para comprar una casa de 100 años de antigüedad en el corazón del centro histórico de Quito, a solo unas cuadras del palacio presidencial.

 

 

 

Parte frontal - año 2000


Alicia, la hija de Sixto Duran Ballen, ex presidente de Ecuador y ex alcalde de Quito, tuvo la visión de restaurar esta casa en ruinas y usarla como un lugar para lograr tres cosas:

Bill y Lenin

 

 

Casa Victoria se fundó en 2001 para servir a la comunidad de San Roque en el área del centro histórico de Quito, Ecuador. A pesar de que nuestro centro histórico fue declarado Patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO por su belleza e importancia histórica, la parte centro colonial de Quito tiene una alta concentración de gente en estado de mendicidad, abuso de drogas y niños en riesgo de crecer con varios obstáculos en el camino e influencias extremadamente negativas.

 

Vista Panorámica de Casa Victoria

 

Casa Victoria es un lugar para dos tipos de restauración: la obvia y tangible es la de su estructura tangible en sí, el paisaje y sus alrededores. Es una casa hermosa, grandiosa e histórica con un patio interior, techos altos, pisos de madera, chimeneas y varios diseños artísticos originales. El objetivo era de completar la restauración física para fines de 2007.

Voluntarios

 

Los jóvenes que vivían en la casa provenientes de diversos orígenes, cada uno de ellos conociendo su necesidad de Dios: por su amor, gracia y liderazgo en sus vidas están aprendiendo a ser fieles, tanto en las cosas pequeñas, como mantener las cosas limpias y cumplir su palabra de hacerlo. También, aprendieron a ser honestos unos con otros, a disculparse y perdonarse mutuamente por ofensas, por pequeñas que puedan parecer. A su vez, aprendieron amar y servir a la gente de escasos recursos, ya sea una persona hambrienta o un líder político pobre de espíritu.

 

 


Mientras que los fundadores de Casa Victoria, liderados por Alicia Duran-Ballen, inicialmente se fijaron la meta de ayudar a jóvenes de la calle, resultó evidente que la comunidad aledaña necesitaba urgentemente una opción para prevenir que, en primer lugar, los niños terminen en la calle.

Por consiguiente, el objetivo de la fundación evolucionó a dos visiones conjuntas:

Mamá Juana con su hijo Jesús en el mercado de San Roque
Voluntarios y Dansito

Durante estos años de servicio, a los niños y sus familias, Casa Victoria ha servido mas de 30,000 comidas calientes realizadas en su propia cocina, ha proveído cientos de chequeos médicos, docenas de charlas para padres, ha albergando a casi 4,000 voluntarios (los cuales han contribuido con un sin número de actividades: desde carpintería hasta clases de computación, asistencia de servicios legales para la fundación).

 

 

La Casa ha estado operando de la mejor manera posible , con profesores, anfitriones, y otros voluntarios a tiempo completo quienes usualmente no reciben y se rehúsan a recibir una compensacion salarial por meses, especialmente los últimos dos años. Algunos de nuestros voluntarios son, de hecho, ex alumnos de Casa Victoria (ahora en su adolescencia), han vuelto a dar “de vuelta” lo que de niños recibieron, porque Casa Victoria es un lugar que hace una tremenda diferencia en sus vidas.

 

Nuestros Victorious: Francis, Erick, Erika, Génesis y Daniel.

 

En agosto de 2007, el ayuntamiento de Quito otorgó a Casa Victoria una subvención para construir una biblioteca dentro de casa, como premio por su propuesta presentada de un proyecto que beneficiaría a la comunidad. Esta biblioteca será un centro de información con computadoras, multimedia y dos niveles de estanterías para libros. Esta es una oportunidad vital para abrir las puertas de Casa Victoria a los niños del vecindario y sus padres, muchas de los cuales son madres solteras. No hay bibliotecas en las escuelas locales, por lo que este será un recurso maravilloso para la comunidad de San Roque y una oportunidad más para aquellos que supervisan y viven en Casa Victoria al servir y desarrollar relaciones con los que llegan a ella. Casa Victoria también ha abierto sus puertas y es anfitrión de la primera biblioteca pública gratuita de préstamo de libros para niños de Quito.

 

Biblioteca
Heidi, nuestra voluntaria con

 

 

 

 

Este barrio está habitado, principalmente, por personas de un estrato social bajo que vienen del campo con la esperanza de tener una vida mejor en la ciudad. En su mayoría, se enfrentan a decepciones, dificultades y desconfianza. Aquí es donde entra Casa Victoria: un lugar donde se demuestra amor y cuidado, un oído atento, una comida compartida y el amor de nuestro Padre misericordioso y su hijo amado Jesús